Nieve

Un cúmulo cargado de algo, de vida o de algo sólido, pero amable que bien llenando la mano no la llena con solidez sólo, sino que un toque de morbidez resiste la acometida. Resiste el peso improbable de un ciempiés muerto, el cosquilleo inaceptablemente remilgoso de un milpiés, los sueños que traen a Lou a tu ciudad, que hacen del inconsciente, si existe eso, un legado demasiado “generoso” del colega Freud, esta versión es grandiosa:

https://www.youtube.com/watch?v=2PTlDXi9bwg&feature=share&fbclid=IwAR1pBd0GaudT4aSbIbCZx5WyWi1ZZgKadsu8hrUoUztuU18IGlXabrKbREA,

Es como descubrir (casi) por primera vez una de tus canciones favoritas que ya has escuchado mil veces, y estaba yo...parpadea la luz, pero no es fundido de bombilla, el dolor en la sien izquierda es profundo, como presionando con un bisturí hasta que duele, así desde que me levanté, y pienso en Layla, una canción que escuché tantas veces de joven y no tantas ahora de no tan joven, sólo había que enchufarla bien, estaba en ese limbo entre el on y el off, que demodés estas palabras cuando en su día fueron el top de algo y al final... de la escapada, los sueños se vuelven tan cristalinos que son como estalactitas que cercenan cualquier posibilidad de redención, sí, definitivamente soy surrealista, la forma sobre el fondo, las imágenes; lo que escribo está "estalactitado" a full de imágenes, toman vida propia apenas las tecleo... The glory of love...
Glory of love... Te amo Lou... glory of love… "glorioflofgivichubinau"... cuántas veces te escuché en delirios de cerveza, en la soledad atormentada de quién bebe demasiado, a cualquier hora y en cualquier despertar, con la cabeza espesa y la sangre acervezada de quién sabe que ya no puede parar, que va a salir a beber... y la pesadilla se acabó y ahora te sigo escuchando porque también me trajiste la luz, la luz de Coney Island, joder puto anuncio de "sevenap", si tiene azúcar como para alimentar a diez niños en peligro de desnutrición durante un mes, bruta, un rato largo, victoriana también, de eso ya hablamos, pues a mí me gustó la película de ayer, creo que la movida sí está en dejar de ver enemigos por todas partes y coger del otro lo que le dé color a nuestras vidas, los demás muchas veces nos van dejando regalitos en forma de cosas nuevas que ahora ya forman parte de las cosas nuestras y que nos encantan y que no las hubiéramos descubierto sin aportaciones exteriores, como la poesía en el rap o los podcast o el picante en cada bocado.
La realidad ya no la concibo sin ser picosa; lo que estoy haciendo ahora escribiendo y escuchando a Lou, no es gozar, está en un plano superior, está entre las cosas que más gusto me han dado de las que he hecho en mi vida, hoy el disfrute lejos de desmenuzarse en mis manos, hace que lo amase y me integre en él, en sus trozos de chocolate cortado a cuchillo, en su mantequilla, en la harina desparramada como nieve al viento, nieve que no se deshace y acaba siendo un “asquetrete marrón”, nieve que no droga, nieve que me amplifica el alma sin helármela, nieve de verano, si volviera a nacer querría llamarme Anacleta o, en su defecto, Aristóteles... o Nieve...
… Firmarán las constelaciones compactos conglomerados de azul y fresias, no de azabaches y distintos tonos de lluvia o distintas humedades de gris...

Silvi Lameiro

Entrada publicada en la penumbra de un blog el 14 de junio de 2019.

Foto: https://pixabay.com/es/illustrations/pintura-pa%C3%ADs-fr%C3%ADo-nieve-invierno-4015461/